EL SECUESTRO DE LA MUERTE
¿Qué harías si la muerte te revelara sus ojos antes de tocarte?
Susana jamás imaginó que una visión podría marcar el límite entre la vida y la muerte. Frente a ella, el cuerpo de Ricardo yace inmóvil, hermoso y trágico, con cuatro líneas ensangrentadas en el cuello que la luna apenas logra iluminar. Sabe que está muerto, pero su corazón se niega a aceptarlo.
De pronto, el mundo se desvanece. El dolor la atraviesa como un zarpazo en el alma. Ve su propio cuerpo tendido junto al de él. Desde arriba, suspendida entre la vida y el más allá, contempla al ser que los ha destruido: ojos de brasa, labios rojos como la sangre, y una sonrisa de dientes afilados que hiela la sangre.
—Susana...
La voz no deja espacio para dudas. Ha visto al monstruo. Ha soñado con su muerte... o quizás, con su destino.
Una historia de amor, oscuridad y premoniciones, donde lo onírico y lo real se funden en una danza inquietante. ¿Puede el alma escapar del destino cuando ya ha sido marcada?