La mina
Un paralelo de bestias y hombres
Existe en esta obra un hábil y magno manejo de una policromía de recursos técnicos de la narración: montajes, diálogos superpuestos, ocultamientos, pluralización del narrador y hasta asume el carácter de cámara cinematográfica, desajustes temporales, cruces de tiempo, interrupción, introspección, analepsis, prolepsis y planos simultáneos todos estos recursos formales respadados bajo la ley conocida como Tráfago Poético de la Palabra, parte medular de la narrativa del presente autor. En el manejo lingüístico, la frase refranesca y coloquial está bellamente traslapada en figuras de pensamientos; paradojas, antítesis, sarcasmos, ironías, humor, burlas, parodias y un interminable juego de palabras poéticas; toda esta materia procesada en “La Mina” con un cálculo exacto en el espacio y tiempo (aunque el tiempo es rulfiano, es decir se congela se estira se encoje) En la conjugación con el fin de elaborar descripciones para pausar armoniosamente, entre el diálogo; es técnica elocutiva directamente usada en el teatro, con lo cual se busca hacer más reales los personajes.
Prologuista. Oscar Fernando Sierra.