Honduras: persistencias y cambios en la cultura política 1980-2017
En abril del año 2020 se cumplieron 40 años que los hondureños y hondureñas asistieron a las urnas para elegir una Asamblea Nacional Constituyente. En marzo de 1971 había sido la última vez que los hondureños habían acudido a las urnas, este periodo de gobierno fue interrumpido el cuatro (4) de diciembre de 1972 cuando un golpe de Estado sacó al Partido Nacional del poder. Con estas elecciones Honduras se inscribía en la lista de países que en América Latina iniciaba un retorno al orden constitucional, unas elecciones que generaron gran expectativa por el conflicto político regional y la respuesta de Estados Unidos ante el avance de la revolución en Centro América. Iniciaba una década, cerrando en Estados Unidos un periodo de gobierno del Partido Demócrata (James Carter 1/1977-1/1981) para dar continuidad a tres periodos de gobierno del Partido Republicano (Ronal Reagan 1/1981-1/1989/George Bush 1/1989-1/1993), época que marcó el papel de Honduras en el conflicto regional centroamericano.
El retorno a los procesos electorales fue asumido con entusiasmo, al menos en la primera década la ciudadanía acudió a las urnas en porcentajes de participación que debieron interpretarse como apoyo al sistema político y a los partidos políticos; pero rápidamente los porcentajes de participación fueron en declive. Los partidos políticos siguieron ganando elecciones con porcentajes de participación que evidenciaban un continuo distanciamiento de los electores de los centros de votación. Este es el primer indicador de un temprano desencanto.
Dos partidos centenarios, el Partido Liberal (1891) y el Partido Nacional (1903) fueron los protagonistas hasta las elecciones del año 2013, año que nuevos partidos políticos participan en las elecciones para entrar y ser parte del bloque en el poder o asumir directamente la hegemonía del bloque domínate. Los porcentajes de la participación electoral en este siglo reflejaban un agotamiento de los partidos políticos históricos, los porcentajes de participación marcaban una tendencia a la baja desde las elecciones de 1989 hasta las elecciones del año 2009. En las elecciones del año 2013 hay una recuperación en los porcentajes de participación electoral, pero sin llegar a los niveles de participación de la década de 1980. Diferentes informes y encuestas sobre el estado de la democracia en América Latina de forma reiterada reportaban y continúan reportando para Honduras una precaria credibilidad en los tres poderes del Estado, y en toda la institucionalidad, incluyendo los partidos políticos y los órganos electorales.
En estos cuarenta (40) años no se han aprobado reformas electorales que mejoraran sustancialmente la participación electoral, la inclusión y participación de los partidos políticos en condiciones de equidad y reformas que restablecieran la confianza en las instituciones electorales; las reformas aprobadas han estado orientadas a mejorar el funcionamiento e incorporar a nuevos partidos políticos a los órganos electorales, pero en esencia los partidos políticos continúan teniendo el control directo las instituciones electorales situación que impacta en la credibilidad y transparencia del proceso electoral. Las elecciones han continuado siendo una constante desde 1980, pero la precaria credibilidad en las instituciones ha sido también una constante, impactando en la gobernabilidad y en una institucionalidad donde la suma de las partes no conduce a la formación de un Estado de Derecho, una aspiración que la mayoría de los hondureños ven como una condición distante y un proceso aun no concluido.
Desde el año 2009 los procesos electorales se han desarrollado con altos grados de incertidumbre; pero fueron las elecciones del año 2017 las que han provocado la mayor crisis de gobernabilidad y violencia, incluyendo más de treinta (30) muertes violentas en el período postelectoral; las protestas fueron la reacción de los ciudadanos rechazando los resultados electorales trasmitidos por el Tribunal Supremo Electoral. Las elecciones del año 2017 son unas de las que más dudas han generaron, la noche de la trasmisión de los resultados la Tribunal Supremo Electoral detuvo la trasmisión en el momento que el candidato de la oposición tenía ventaja sobre el candidito del Partido Nacional, cuando la trasmisión se restableció los resultados favorecían al candidato del partido de Gobierno, y esto fue lo que una jornada de protestas con los resultados ya señalados.
Fueron estas elecciones, los resultados electorales y las consecuencias lo que incentivó al Instituto Universitario Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) a desarrollar esta investigación. Se inició revisando una primera fuente: Los datos estadísticos de la participación electoral a nivel nacional y regional registrados por el Tribunal Supremo Electoral de las elecciones del año 2017, debido a los resultados de la indagación llegamos a revisar los tres procesos electorales anteriores, incluyendo los del año 2005. Los hallazgos de esta primera fuente de información hiso necesario buscar una segunda fuente, que nos acercara al elector para conocer sus preferencias políticas, quienes influyen la formación de estas preferencias, que acciones están dispuestos a realizar para lograr sus objetivos políticos, y auscultar que países de la región desean de referentes para Honduras; para obtener esta información se aplicó una encuesta a nivel nacional a una población de tres mil personas. Y una tercera fuente de información fue entrevistas y grupos focales realizadas a diputados, exdiputados, alcaldes, exalcaldes y líderes de todos los partidos políticos, con ellos el interés se centraba en conocer las formas, relaciones, vínculos, demandas y ofertas que reciben y hacen a los electores.