Paso a paso, hasta el Sol
Un brindis de Historia por la Casa de la Cultura de El Progreso
La Casa de la Cultura es un anhelo de mantener vivo el pensamiento del presente y el del pasado, de aquí y de otras partes, en lo cultural, lo antropológico y lo histórico, porque esta institución es un huerto abierto, una zona desmilitarizada en donde conversa el dogma social con el libre arbitrio, el lugar en que se abrazan la bruma y el Sol radiante, el punto en que se cruzan el camino recorrido y el camino a recorrer, el altar incruento en donde pugnan la terquedad y la sabiduría.
La Casa de la Cultura es una fuerza llena de gracia, más allá de la raza, de la extracción social, de las creencias políticas, de la confesión religiosa, del género y de los grados académicos; en ella el pueblo tiene acceso al conocimiento de modo práctico, grato y gratuito. A quien alegue que la Casa de la Cultura es un gasto inútil, démosle un apretón de manos y deseémosle suerte en su viaje hacia las cavernas.