Reseña

Este libro no pretende ser una obra académica profunda, ni tampoco pretende ofrecer las respuestas satisfactorias que demandan los cuestionamientos que sobre este respecto, se plantean las mentes serias. Pero sí ofrece la posibilidad de ahondar un poco sobre todos esos aspectos involucrados en el campo de la espiritualidad y la observancia religiosa. Y al final, nos ofrece la oportunidad de actuar en conformidad con ello, para beneficio no solamente de nosotros mismos y el de nuestros semejantes, sino el de todo el planeta en general.

Este libro trata sobre filosofía, religión y ciencia. En la medidad de lo posible, se procura presentar una visión balanceada y honesta de éstos, para poder así llegar a una conclusión alineada con la realidad de este asunto. Aunque debo admitir, a veces reluctantemente, que esto último no siempre es posible, ni fácil. Lo que muchos encuentran más fácil es el negar lo que no se entiende, y esta es una condición que se encuentra y aplica no solamente entre los enemigos gratuitos - justificados o no - de la religión organizada y de la espirituaidad, sino también entre las filas de aquellos que se dicen ser sus seguidores, guardianes y defensores.

En un extremo del espectro, el mundo religioso se encuentra lleno de tabúes, sin sentidos, atraso intelectual, ignorancia, fanatismo, hipocresía, falta de compasión, legalismo, dogmatismo, abuso y opresión, etc. No obstante, en el otro extremo, y en muchas instancias al parecer, irónicas y contradictorias, también se encuentran elementos positivos que confieren un valor innegable y muy importante a la religión y a la espiritualidad, tales como la posibilidad de abrazar los ideales prácticos del amor, la compasión hacia la vida en todas sus formas y manifestaciones, así como al poder transformador para bien de los preceptos religiosos en general que se encuentran en todos los textos religiosos; la emancipación del intelecto, y la posibilidad de encontrar algunas respuestas ante la incertidumbre de nuestro origen, propósito y destino en esta vida y después de la muerte... si es que existe tal escenario.