Maldito corazón
el bosque de los hombres de colores
Maldito Corazón es el retrato mismo del ser humano como monstruo, como un ser indolente, sin solidaridad, con un ejercicio permanente de mojigatería y de la redención personal, que se busca de cualquier forma al grado de vender el alma para ganar el mundo de la sobrevivencia. Hay tantas metáforas de la ficción griega, y es al mismo tiempo un recorrido por la Tegucigalpa de Antaño, y por la urbe actual, por la corrupción pública y por la pudrición del espíritu humano. Es sobre todo una carta tirada al viento de la fugacidad de la vida y la vida misma como una película en donde eres actor pero la mayoría de las veces eres simplemente un actor secundario prescindible.