Reseña

Definir un reino es sencillo. Sin embargo, adquirir una mentalidad que nos permita vivir y desarrollarnos en ella, no.
Esto requiere de un compromiso de cambio, de transformación que tiene que ver, en primera instancia, con la clase de pensamientos que poseemos.

El reino que poseen los creyentes no es semejante a ninguno que impera en este mundo; es uno superior, excelente, eterno y de magnitudes insuperables. En esta dimensión es la que estamos llamados a movernos, influenciar, establecer y vivir.

Influencia de reino, nos muestra revelaciones que nos enseñarán a vivir conforme a esta verdadera realidad que solo se puede adquirir a través de la fe.

Como hijos y herederos de este reino perpetuo, estamos comisionados a instaurarlo, expandirlo y mostrarlo al mundo entero. ¡Convirtámonos en agentes de cambio y renovación en medio de nuestro mundo que tanto lo necesita!