San Martín y Morazán
La obra que hoy presentamos al público, San Martín y Morazán de Carlos A. Ferro, evoca las coincidencias entre dos personalidades que se batieron bajo idénticos colores: para José de San Martín, el azul y blanco a franjas horizontales de la bandera de las Provincias Unidas de Sudamérica; para Francisco Morazán, la bandera azul y blanca de la República Federal de Centroamérica. San Martín y Morazán pagaron muy caro su oposición a las fuerzas más conservadoras de su tiempo, sufrieron la desafección y la desunión de sus contemporáneos y fue igualmente magna su capacidad de perdón ante el exilio voluntario al advertir que ese era el mayor servicio que podían prestar a la causa que habían abrazado con tanto amor y fervor.
El paralelismo de sus vidas se cierra cuando son enjuiciados por la historia; permanecen en la memoria, sobre nuestra inteligencia y sobre nuestro corazón —las dos fuentes de energía que definen a la humanidad—. Su influencia dominante y subyugadora nos permite recordarles como férreos defensores de la libertad, como héroes magnánimos e íntegros de nuestra América, como hijos insignes y amados, cuyo ejemplo es reivindicado para mantener viva la esperanza de nuestros pueblos en el buen vivir por el que lucharon San Martín y Morazán.