Tragazos del hoyo negro
De la filosofía de la experiencia que se cruza frente a nuestros ojos, esta poesía no es más que los diferentes componentes de un cuerpo afectado por el suceso diario, y porque todos los caminos llevan a un solo fin ineludible. De toda la verdad que es la vida, aparece con su razón aterradora, la muerte; una ilustración acechante del único socavón terrenal que se transfigura en realidad predestinada a los individuos de este mundo conocido.
El empuje, la chispa transitoria, la caída, y el desamparo, parecen ser ingredientes del paso por esta vida, tan distinto como distintas pueden ser las experiencias.
El lenguaje crudo parece ser mera entelequia de risa o de grosería extrema, rodeando el amor y la perfección, donde ocurren sucesos oscuros que cercan al ángel, a seres humanos, a veces con el impulso que anima, a veces feliz, a veces aceptando un destino, otras con todo lo sanguíneo de que se es capaz para enfrentar la injusticia, el sueño que sacude, la celebración obscena y olímpica de quien recurre a ello como escape, pero fundidas todas en un gran reclamo: el humano frente a la muerte levantando su puño.